martes, 8 de septiembre de 2009

Compromiso de permanencia


Hace años que me invade la búsqueda de la Consciencia, la búsqueda de lo no-visible, la búsqueda de lo que hay más allá de las preciosas fachadas que nos construímos. Sin embargo, en ese camino hacia lo que aún no sé, cada paso hacia delante es una toma de conciencia de que lo que busco no es cuestión de buscarlo fuera, en determinadas acciones ni formas externas, sino sencillamente vivir en el aquí y el ahora, en el hoy, en este mismo instante en que lees estas palabras. En este instante y lugar están contenidas todas las bondades del mundo inmaterial, toda la bendición, la Luz y la Paz…la Unidad y la Conciencia. Sólo es cuestión de tener ojos para ver, oídos para oír…y consciencia, para entender y llegar a Ser.


YO: Amigo alado, me desconcierta saber que todos somos uno…viendo la disparidad de personas. Me desconcierta el impulso que siento de buscar lo común a todos, lo radical del Uno al que pertenecemos, sabiendo que he de buscarlo en el aquí y el ahora, pues este aquí y este ahora son absolutamente mudables y cambiantes, y a cada paso es necesario recomenzar de nuevo la tarea…sin hallazgo aparente de la pretendida Unidad.
NITHAEL: El Ser es Uno, las apariencias son múltiples. Si buscas la materia, ésta te convierte en materia. Si buscas la Conciencia, ésta te convierte en consciente. El Ser es la Conciencia. ¿Por qué buscar la Conciencia con parámetros materiales como vuestro aquí y vuestro ahora? El Ser no está sujeto a espacios ni a tiempos. Ambos son maneras humanas de ordenar y organizar una existencia para que vuestra lógica histórica os dé una estabilidad vital que os permita manteneros en el ser. Nada más que eso.

YO: ¿De qué manera, entonces, he de buscar la conciencia?
NITHAEL: La conciencia no se busca ni se encuentra. La conciencia SUCEDE. Podéis tomar determinadas resoluciones en vuestra vida que la faciliten o la imposibiliten, pero no es un tesoro que haya al final de ningún camino. No es una partitura que, una vez poseída se puede volver a interpretar cuando uno quiera, a voluntad. La conciencia no os pertenece. Vosotros pertenecéis a la conciencia. No consiste en buscar ni en esforzarse. Consiste en PERMANECER. Permanecer en el camino, permanecer a la escucha, permanecer alerta, permanecer despierto. La permanencia y la perseverancia conducen a la aparición de la Luz. Y con la Luz viene siempre la Paz. La misma que sirve de aposento a la Conciencia.

YO: Una vez más, mi eterna pregunta, amigo: ¿cómo? ¿Cómo permanecer?
NITHAEL: Permanecer. El gran problema del hombre, siempre tan mudable, a causa de la materia. Podéis serviros de vuestra etimología para hallar el cómo. Permanecer procede de “permánere” y éste a su vez se descompone en “per-mánere”. “Mánere” significa quedarse, ubicarse, perdurar en algo, mantenerse. Y el prefijo “per” , además de servir como refuerzo incrementativo a la idea del verbo que acompaña, anuncia también una amplitud del campo en el que es necesario quedarse, ubicarse o perdurar. Algo así como vuestro “quédate por aquí”, es decir, no exactamente aquí, sino en un radio de proximidad. Permanecer no es atarse a un lugar exacto, a una actividad o actitud concreta y transcurrir inmóvil en ese punto o acción todo el tiempo que uno considere preciso. Permanecer es per-mánere, es mantenerse “por la zona”. Es no extraviarse, pero tampoco quedarse estático. Es evolucionar pero sin inventar. Es crecer, pero no medrar. Es intentar sin dejarse fascinar.


Es vivir…¡¡¡sencillamente VIVIR!!!...sin obviar las señales, sin dejar de vibrar en consonancia con las ondas que nos envía el Universo.

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