domingo, 27 de septiembre de 2009

HÁGASE una voluntad: la tuya...o la mía! PERO HÁGASE!!!


YO: Escucho muchas veces frases como “Tengo poca fuerza de voluntad” o el tan manido “Hágase tu voluntad”. Me gustaría saber en qué consiste exactamente la voluntad de una persona, porque no lo comprendo.
NITHAEL: Voluntad es aquello que nace de la razón y se pone por obra a través del cuerpo. Voluntad es una intención en la práctica. Voluntad es una herramienta de la materia consciente para organizar y dirigir el curso del Universo hacia un estadio más perfecto y más próximo al Todo.
Tener voluntad es, pues, tener una razón, tener la facultad de pensar y fabricar intenciones que sirvan de impulso a la voluntad. Tener voluntad es HACER, no sólo extenderse en divagaciones y elucubraciones mentales y racionales, sino también ponerlas por obra a través de la materia. Tener voluntad es continuar la Obra creadora del Universo, que cada segundo se renueva, desde vuestras propias células que mueren y se regeneran y reemplazan por otras nuevas, hasta los agujeros negros que engullen realidades siderales y modifican a cada paso la realidad que los rodea.



YO: Entonces ¿qué ocurre con aquellas personas que dicen no tener voluntad o bien tener poca? ¿Acaso no son racionales? ¿O no son personas?
NITHAEL: La ausencia de voluntad es la abulia, la indolencia, la irracionalidad, la pasividad y en definitiva el auto-centrismo y ensimismamiento en el propio ego, que sólo es fruto del autismo que sufre el ser que la padece…aún viviendo en el ojo de cualquier huracán social. La falta de voluntad o poca voluntad que muchos padecéis es tan sólo la constatación de la imperfección de la materia, tan capaz para los mayores logros como para los mayores desastres. Y en este caso, la materia es algo así como un freno para una mente y un espíritu que, a pesar de estar sembrados de buenas intenciones, de buenos propósitos, carecen de constancia, de relativización de sus flaquezas personales, adolecen de disciplina y ordenamiento general de su conducta, flaquean en cuanto les sobrevienen pensamientos y sentimientos egotistas que comienzan siempre por “a mi me…”, “yo necesito” y otros comienzos que no hacen más que terminar en sí mismos.



YO: Dime entonces ¿qué hemos de hacer para curar nuestra falta de voluntad…y para acrecentarla y fortalecerla?
NITHAEL: La única medicina eficaz contra los déficits totales o parciales de voluntad es la disciplina. Sabéis perfectamente que sólo el ejercicio (más o menos diario, pero tenaz y constante) modela y esculpe un cuerpo material al buen criterio de su habitante interior. Y por eso así lo ponéis por obra. Así también sólo un correcto y constante ejercicio del raciocinio ante cada nuevo día, acogiendo y haciéndose acompañar por los “a mi me”s, os traerá la conciencia de la necesidad de poner una intención por obra para acercarse a esa mejora evolutiva de la realidad presente, teniendo en cuenta que tal vez esa actividad no sea la más agradable para vuestra sensibilidad personal como sujetos, ni la más sencilla o cómoda…pero sí la más eficaz, correcta y necesaria para vuestro crecimiento personal como ser en orientación a hacerse más similar y uno con el Ser.
Así pues, recordad, humanos: vuestros deseos se convierten en intención cuando pasan por el filtro de la razón. Y solamente toman cuerpo y forma una vez que la voluntad se centra y focaliza en materializar el contenido de esa intención, recipiente que sustenta aquel deseo primordial. Todos los seres racionales estáis llenos de buenos deseos. A vosotros os toca decidir si los queréis ver cumplidos materialmente…o no!! Hágase vuestra voluntad….



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